Tal fue el análisis de Marcelo Córdova respecto a la política que se buscó implementar en las comunidades y que generó un amplio rechazo. Aseguró que se reunieron con las comunidades que llegaron caminando y que trabajan para brindar soluciones.
El secretario delegado de Asuntos Indígenas, Marcelo Córdova, habló sobre los reclamos que integrantes de las comunidades indígenas del norte provincial trajeron, a pie, a la ciudad. Reconoció los años de postergación a este sector de la población y, sobre la cuestionada magdalena de soja transgénica, respondió: “Hay que preocuparse porque reciban algún alimento (…). Luego veremos cuál es la composición y si es que realmente afecta la salud o no de la persona”.
El funcionario señaló que las y los integrantes de las comunidades indígenas que venían caminando a la ciudad desde el departamento San Martín fueron recibidos por el gobierno el lunes. “A pesar de que se la salió a cruzar en varias oportunidades ofreciéndoles el traslado a la ciudad de Salta para que dejaran de caminar, ellos rechazaron el ofrecimiento, llegaron por sus propios medios y ya fueron atendidos”, aseguró.
Indicó que el lunes mantuvieron una reunión junto a la mesa interministerial. “Estuvo la ministra- de Desarrollo Social- Verónica Figueroa, junto con Luis Gómez Almaraz- subsecretario de Desarrollo Comunitario, estuvo la gente del IPV- Instituto Provincial de la Vivienda-. El primer reclamo que presentaron fue que las comunidades originarias no están recibiendo el beneficio del programa Potenciar Trabajo, entre otros planes que tiene Nación para organizaciones sociales y que no dependen de provincia”, detalló.
En este punto, señaló que justamente ayer mantuvieron un encuentro en Buenos Aires con la ministra Figueroa, y amplió: “Estuvimos en Desarrollo Social una entrevista con el equipo del señor Pérsico- Emilio, referente del Movimiento Evita y secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social-. Estuvimos solicitando a través del IPPIS- Instituto Provincial de Pueblos Indígenas-, que es la entidad que representa a los pueblos originarios en Salta por ley, donde se encuentran incluidas nueve etnias en la provincia de Salta. para que a través de ellos bajen estos planes de Nación, que no dependen de la Provincia”.
Después de reconocer las necesidades reales e históricamente olvidadas de las comunidades, habló de “basura que hay diseminada en la mayoría de las comunidades”, y dijo: “Podría ser un buen plan organizar pequeñas cooperativas para la recolección de basura, por ejemplo. La organización de huertas familiares y comunitarias pueden ser otro ejemplo y, de esa manera, darle un alivio al tema nutricional que es tan complicado en las comunidades”.
En cuanto a las necesidades nutricionales, destacó el módulo alimentario que se entrega desde Desarrollo Social, aunque admitió su insuficiencia, entre otras razones, por la ausencia de alimentos frescos. En tanto, sobre la cuestionada magdalena de soja transgénica que se buscó implementar como política desde la Provincia, y que generó el rechazo contundente entre diferentes instituciones y especialistas, aseguró: “La magdalena de soja nunca se llegó a implementar. La composición química que tenía este alimento era de un 4% de soja, según los análisis que se habían realizado a través del Conicet y, si tenemos en cuenta que el jugo Ades tiene más del 20% de soja, del mismo tipo de soja, creo que todos nos estamos alimentando de esa manera”.
Y agregó: “Creo que, en una situación crítica, como la que vive la niñez en los pueblos del Chaco, no admite esta discusión de si se les da o no un alimento, sino que hay que preocuparse porque reciban algún alimento que les permita sobrevivir y desarrollarse. Luego veremos cuál es la composición y si es que realmente afecta la salud o no de la persona. Pero hoy, la situación es crítica en las comunidades”.
Siguiendo esta línea, señaló que se encuentran trabajando para “involucrar a los productores de harina de algarroba para darle una salida económica a las comunidades que son recolectoras”. “La algarroba puede ser la materia prima para estas fábricas que se pretenden instalar de harina, una ya existiendo en Morillo a cargo de una fundación con la cual trabaja la señora Verónica y con la cual estoy en contacto, cuya producción aún es muy pequeña para poder atender a la gran demanda de algarroba. Sumado a la tala ilegal tanto de palo santo como de algarroba”, observó Córdova.
Además, citó el caso Lhaka Honhat, por el cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado argentino fallando a favor de las comunidades indígenas salteñas, remarcó: “Se ha asignado a las comunidades originarias la propiedad de 400 mil hectáreas que no pueden ser vendidas ni utilizadas con el fin de producir soja. Creo que es allí donde tenemos que concentrar nuestro trabajo y mantener el bosque lo más intacto posible para que se pueda cultivar, plantar y reforestar, donde haya sido desforestado, con esta variedad de algarroba, que puede permitir el acceso al alimento en forma rápida y, sobre todo, sustentable”.
Consultado sobre las políticas dirigidas a la salud de la población indígena en el norte provincial, recordó que “las comunidades originarias del Chaco salteño se encuentran muy dispersas unas de otras y los caminos son de muy difícil acceso”, y explicó: “La atención antes del año 2020 se encontraba concentrada en los hospitales de cabecera, el hospital de Santa Victoria, el hospital de Morillo, el hospital de Ballivián, el hospital de Mosconi. Nos dábamos cuenta de que no se trasladaban por falta de medios, sobre todo, y por la imposibilidad de que en épocas de lluvia los caminos se vuelven intransitables. A partir de esa experiencia generamos equipos nucleares que se suben a bordo de una camioneta 4×4, un médico, un enfermero, un nutricionista y un vacunador, generalmente, y salen a cada una de las comunidades recorriendo en forma periódica, atendiendo a la población infantil y vulnerable, haciendo las revisaciones y seguimiento”.
“Hoy tenemos muchísimas más consultas evacuadas fuera del hospital, que dentro del hospital. en el caso de Santa Victoria- continuó-. Ha sido un éxito reflejado en la disminución de la tasa de mortalidad infantil, comparativa entre 2019 y 2020. Son diez móviles que están trabajando en distintos hospitales, y Santa Victoria cuenta con cuatro móviles porque es la zona más castigada”.
Sobre el final, el funcionario provincial reconoció que “todo lo que se baje en recursos para mejorar la calidad de vida de estas poblaciones es poco porque los años de postergación y de olvido han sido muchos”.
Fuente: Somos Tierra – FM Noticias 88.1 MHz.