Represión en Jujuy: «Morales quiere ser el dueño del agua»

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El estallido en Jujuy incluye una muy cuestionada reforma constitucional, la disputa por los territorios, los bajos salarios y la pobreza, una feroz represión, un gobernador feudal y los pueblos indígenas que rechazan el extractivismo. El Día de la Bandera, el Inti Raymi, la Pachamama y veinte cortes de ruta en la Quebrada, San Pedro, Ledesma y Calilegua. Por Antonio Gaspar.

«Los cortes en Volcán, Purmamarca y La Quiaca se mantienen», avisa Patricia que es docente de una escuelita de la Quebrada de Humahuaca y que tiene miedo a dar su apellido: «Hay listas negras. Nos amenazan con echarnos si reclamamos». Sus padres viven en Tilcara y ve con miedo la reforma de la ya vigente Constitución provincial. «La ruta 9 está intransitable, pero está tranquilo porque toda la fuerza policial está en San Salvador», explica. Su voz fue la antesala de lo que sucedió el martes en la capital provincial: una de las más violentas represiones que recuerde Jujuy.

En la ciudad hubo de todo: militantes de diversas organizaciones, provocadores policías disfrazados de civil rompiendo locales y hasta miembros de organizaciones de Derechos Humanos presos ilegalmente. Eva Arroyo, Carolina Luna, Néstor Mendoza y Ana Uro, de Hijos Jujuy, fueron detenidos sólo por portar un chaleco que se identifica con el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragala, que días antes había visitado la provincia ante la represión en la Quebrada de Humahuaca.

Esa Quebrada que en 2003 fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad y que hoy arde de bronca a lo largo de toda su extensión. El sábado 17 amaneció con represión en Purmamarca, en el corte de ruta que mantenían los pueblos originarios. Se repitieron cuatro represiones a lo largo del día. Hubo detenidos y heridos. Uno de ellos, de solo 17 años (Mijael Lamas) perdió un ojo por el disparo de un policía.

Gerardo Morales llegó a la gobernación con la promesa de «eliminar» los cortes de ruta que antes eran protagonizados por Milagro Sala. Consiguió los votos de la clase media y lo primero que hizo fue meter presa a la dirigenta por acampar en Casa de Gobierno. Con mano dura, la provincia se mantuvo sin cortes hasta ahora.

La interrupción de vías de circulación lo obsesionan al radical. “La prohibición de los cortes de ruta es una convicción”, sostuvo en una conferencia de prensa que no lo fue porque casi no aceptó preguntas.

Día de la Bandera, represión y el «Apagón de Ledesma»

En el Día de la Bandera, la ciudad capital amaneció vallada, sitiada, convertida en un campo de batalla. Ahora el Gobernador perdió el apoyo de todos los sectores por la violencia que desplegó.

En la ciudad hubo docentes que fueron a protestar y se vieron envueltos en la violenta represión que desplegó Morales. Su libreto es siempre el mismo: policías de civil quemando autos y destruyendo locales comerciales. Hay más de 60 detenidos y un herido grave, se trata de Nelson Mamani, a quien le partieron el cráneo con una lata de gas lacrimógeno. Demoraron para llevarlo ante la falta de ambulancia. Fue intervenido en el Hospital Pablo Soria y el pronóstico es «reservado».

El nuevo dato represivo es que ahora se sumaron camionetas de una empresa constructora para que policías sin identificación salgan a la cacería de personas. Trajo el recuerdo del denominado «Apagón de Ledesma», ocurrido entre el 20 y 27 de julio de 1976, donde la misma Policía con camionetas del Ingenio Ledesma secuestró a más 400 personas y desapareció a 55.

Inti Raymi, Tata Inti y un pueblo en las rutas

En la Ruta Nacional 9, que recorre el «Patrimonio de la Humanidad» y llega hasta La Quiaca, límite con Bolivia, todos tienen miedo y están cansados. Llevan más de 20 días sin volver a sus casas. Y eso es preocupante porque se trata de familias campesinas indígenas que tiene parcelas de media o una hectárea donde se cultiva y se crían ganado menor. Las huertas y los animales necesitan un cuidado permanente y cuando hay corte el esfuerzo es el doble porque muchas veces son los niños quienes quedan al cuidado de las casas.

Saben que el esfuerzo es necesario porque son personas atravesadas en sus vidas por la Pachamama. En un carnaval, en los solticios, para agosto, son personas que piden permiso a la Tierra Madre para comenzar con algún ciclo de la vida.

Hoy, 21 de junio, las comunidades indígenas celebran el Inti Raymi, paralelo al Solsticio de Invierno. Festejan el Año Nuevo en honor al Tata Inti, Dios Sol, y que habilita un nuevo ciclo de la naturaleza. Es la noche más larga y en las comunidades se la trasciende bailando, comiendo, tomando yerbeao; todo en comunidad y en comunión con la Pachamama.

«En el corte tienen tecnología para reducir el ancho de banda por lo que se hace difícil comunicarse o recibir información», afirma Marina Ariza, que trabaja en el Hospital del Maimará y que está en el corte brindado toda su solidaridad y profesionalidad. Asegura que el problema central es que nunca se hizo la consulta que, por ley, se debe realizar a los pueblos indígenas. «Las comunidades nunca tuvimos acceso a los textos, no sabemos lo que se aprobó ayer y en eso está la gravedad», cuestiona.

Para encontrar señal hay que alejarse de los cortes y caminar kilómetros hasta que se normaliza el ancho de banda. Varios kilómetros caminó José Sajama, de la comunidad Angosto El Perchel, para dejar un comunicado por medio de un audio de voz en los grupos de WhatsApp. «Quiero reiterar que las 400 comunidades indígenas de la provincia, en los términos de la Ley 24.061 que convoca a la reforma de la constitución, no han sido consultadas por la Provincia, no hubo consulta del Convenio 169 de la OIT. En el desarrollo nos hemos presentado por escrito y de forma personal a leer la inconstitucionalidad. Y tenemos un gran silencio por parte del Congreso de la Nación», señala José Sajama.

«Extraen toda la riqueza de nuestra Pachamama y la venden al exterior»

«El gobernador Morales quiere ser el dueño del agua», dice la docente Patricia. Y asegura que, aún con las modificaciones de último momento (derogación de artículos 36 y 50), igual se afecta a los pueblos originarios. Los docentes saben de lo que hablan, ellos trabajan la Pachamama como un contenido transversal.

«Lo mismo nos sustrae las riquezas naturales y el derecho veinteañal (del Código Civil) ya no sirve más. Mi papitos que viven desde hace más de 60 años en su casita de Tilcara ya no tendrían seguridad alguna. Él (Morales) y sus amigos extraen toda la riqueza de nuestra Pachamama, la vende al exterior y nosotros nos quedamos sin nada», concluye Patricia.

En los cortes hay integrantes de las comunidades originarias, docentes, personal de salud y vecinos. Atraviesa y rompe las estructuras sindicales y de las organizaciones sociales. Entonces flamean las Whipalas en las principales líneas.

No puede decir Morales que Milagro Sala es la que instiga porque salieron todos. Por supuesto que hay gente de la Tupak, pero también están los de SEOM del «Perro» Santillán, las mujeres de la intergremial docente, los fortines gauchos de la Quebrada, trabajadores mineros y, por supuesto, los del Sindicato del Azúcar en el Ramal, en la zona tropical del Jujuy.

Porque se habla mucho de la Quebrada, pero en San Pedro, Ledesma y Calilegua los cortes son permanentes. Hasta el personal retirado de la Policía mantienen los bloqueos. Son más de 20 cortes hay en toda la provincia. Esto es parte de un gran estallido por la degradación paulatina de los salarios, por la Pachamama y por la soberbia del gobernador Morales.

Fuente: Agencia Tierra Viva