Urge proteger bosques secundarios jóvenes

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Estudios recientes evidencian que es una estrategia climática urgente, eficiente y de bajo costo para enfrentar el calentamiento global.

Mientras la atención internacional se ha centrado en programas de reforestación masiva, una nueva investigación propone un enfoque más eficaz, accesible y estratégico. Se trata de proteger bosques secundarios jóvenes, aquellos que se regeneran naturalmente tras incendios, desmontes o abandono agrícola.

El estudio, basado en más de 109.000 parcelas forestales monitoreadas, concluye que estos ecosistemas alcanzan tasas máximas de captura de carbono entre los 20 y 40 años, con picos de hasta 4,73 MgC/ha/año. En ese periodo, su rendimiento puede multiplicar por ocho el de los bosques recién plantados.

“Estamos ante una ventana crítica. Muchos bosques secundarios tropicales están entrando ahora en su fase de mayor rendimiento climático. Perderlos sería una oportunidad desperdiciada”, señalan los investigadores.

Resultados clave

  • Se analizaron 66 variables ambientales para modelar la remoción de carbono según tipo de bosque, clima y edad.
  • Los bosques húmedos tropicales demostraron ser los más eficientes.
  • Si se protege y deja regenerar desde 2025, se podrían captar hasta 20.300 millones de toneladas de CO₂ para 2050.
  • Un retraso de solo 10 años reduciría esa capacidad a la mitad.

El modelo utilizado supera en precisión a las estimaciones del IPCC, que aún categorizan los bosques por edades demasiado amplias. Esta nueva aproximación permite ajustar estrategias de conservación por ecosistema, ubicación y estadio de desarrollo.

Desafíos: pérdida temprana y falta de incentivos

Pese a su alto potencial climático, los bosques secundarios jóvenes son altamente vulnerables:

  • En América Latina, más del 50 % se pierde antes de cumplir ocho años, principalmente por presión productiva y ausencia de políticas activas.
  • Aún no son reconocidos en muchos mercados de carbono, lo que desincentiva su protección.
  • Muchas áreas están habitadas o gestionadas por comunidades rurales que requieren apoyo para transitar hacia modelos de manejo sostenibles.

Implicancias para políticas climáticas y territoriales

El estudio ofrece una herramienta estratégica para:

  • Maximizar la eficiencia climática de cada hectárea conservada.
  • Priorizar acciones según la etapa de regeneración de los bosques.
  • Evitar emisiones futuras mediante conservación activa.
  • Optimizar recursos públicos y privados en restauración.
  • Diseñar políticas inclusivas y basadas en evidencia

Regeneración natural

Apostar por bosques secundarios no es solo una solución climática. Es una inversión en resiliencia, equidad territorial y restauración efectiva.

Incluir a las comunidades locales en su gestión, reconociendo sus derechos y conocimientos, será clave para hacer de esta estrategia un modelo sostenible a largo plazo.

Fuente: Noticias Ambientales