Se estima que podrían llegar a un total que oscilará entre 1,2 y 5 millones de toneladas métricas, un incremento que representa 1.000 veces más residuos de los que se produjeron en 2023.
La inteligencia artificial es una herramienta tecnológica que cada vez gana mayor popularidad, aunque sus avances e implicancias pueden verse opacados por el crecimiento de e-waste, también conocidos como residuos electrónicos, según el estudio publicado en la revista Nature Computational Science. Esta investigación adelanta que para 2030 habría un aumento de 1.000 veces en estos residuos, producto de los servidores informáticos.
De acuerdo con los investigadores, el cálculo de los residuos electrónicos para 2030 podría llegar a un total que oscilará entre 1,2 y 5 millones de toneladas métricas, un incremento que representa 1.000 veces más residuos de los que se produjeron en 2023.
En este sentido, el experto en desarrollo sostenible de la Universidad de Reichman de Israel y coautor del estudio, Asaf Tzachor, señaló: “Descubrimos que los residuos electrónicos generados por la IA generativa, en particular los grandes modelos lingüísticos, podrían aumentar drásticamente, alcanzando potencialmente hasta 2,5 millones de toneladas al año en 2030; si no se aplican medidas de reducción de residuos”.
Además, la investigación plantea una serie de soluciones que ayudarían a reducir estos residuos como la implementación de estrategias para prolongar, reutilizar y reciclar el hardware de IA generativa, lo que podría contribuir a la reducción de la creación de residuos electrónicos entre un 16% y 86%, de acuerdo con las estimaciones de los expertos.
¿A qué se considera “residuo electrónico”?
De acuerdo con los expertos, los residuos electrónicos son aquellos que se desechan por ser considerados “anticuados” o rotos. Entre ellos pueden encontrarse teléfonos inteligentes, cables y cargadores, coches y juguetes electrónicos, computadoras y sistemas de servidores más grandes. Estos e-residuos representa el 70% del total de los desperdicios tóxicos que se producen en todo el mundo cada año, del cual solo se recicla el 12,5%.
En este caso, el estudio se centró en los residuos electrónicos producidos por los algoritmos de IA generativa, los cuales crean textos, imágenes, videos o música tomando como base el conjunto de datos masivos. Por otra parte, investigaciones anteriores revelaron que esta herramienta posee necesidades energéticas elevadas, dado que los cálculos de la empresa de investigación SemiAnalysis sugieren que para 2030 los centros de datos podrían utilizar el 4,5% de la producción mundial de energía.
Fuente: Canal 26