Así podés construir un jardín colgante en casa

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Si vivís en un departamento o casa pequeña, te enseñamos a aprovechar cada espacio y a tener tu propio huerto vertical.

Montar un jardín vertical no es solo una solución para aprovechar el espacio; también es una terapia muy económica. Tener plantas cerca mejora el ánimo, ayuda a concentrarse y, se dice por ahí, estimula la creatividad. Además, si le agregamos hierbas, el huerto vertical puede ser un elemento decorativo que aporta estilo y aromas deliciosos.

Cada tipo de jardín vertical tiene sus ventajas y características únicas. Antes de crearlo, considerá el espacio, las especies que querés cultivar y el nivel de mantenimiento que estás dispuesto a realizar para elegir el sistema que mejor se adapte a tus necesidades.

Jardín vertical tradicional

Es el más sencillo y común. Las plantas crecen desde el suelo, generalmente en macetas, y se utilizan estructuras verticales como guías para especies trepadoras. Ideal para quienes buscan un diseño clásico y fácil de implementar.

Jardín vertical montado sobre una estructura

Este sistema es más profesional y técnico. Emplea capas de geotextil, espuma para retener humedad, mallas y filtros que se instalan sobre un soporte de aluminio. Generalmente incluye un sistema de riego automático, lo que lo hace perfecto para proyectos de mayor envergadura o espacios con muchas plantas.

Jardín vertical con bolsillos de geotextil

Los bolsillos de cultivo son una opción modular, sencilla y ampliable. Permiten comenzar con pocas plantas e ir sumando más según lo necesites. Es una alternativa práctica para principiantes.

Jardín vertical con contenedores reciclados

Se pueden usar materiales como plástico reciclado o madera para crear contenedores ligeros y duraderos. Es ideal si buscás un proyecto sostenible y personalizable.

Jardín vertical con sistema modular

Estos sistemas consisten en módulos tipo cajones que se encajan en una estructura metálica preinstalada. Ofrecen flexibilidad, ya que los módulos se pueden reorganizar fácilmente.

Jardín vertical con sistema flotante

Perfecto para plantas colgantes. En este diseño, los módulos o macetas se colocan en la parte superior del muro, dejando que las plantas crezcan hacia abajo, aprovechando la gravedad para cubrir la pared con vegetación.

Dónde instalarlo y qué necesitarás

El lugar ideal para tu huerto vertical es cualquier espacio con buena luz natural, al menos por unas horas al día. Los favoritos son la cocina, para tener los condimentos siempre a mano; el balcón, por la luz solar; o el living, si querés impresionar con un romero decorativo que también huele bien.

Antes de empezar, realiza un esquema en papel marcando la ubicación y toma las medidas necesarias. Este paso te dará mayor claridad y hará que todo el proceso sea más sencillo y seguro.

Lista de imprescindibles para arrancar:

Enrejado de madera (o soporte similar)

Soportes para macetas

Macetas o contenedores. Mucho mejor si son reciclados, como botellas PET

Herramientas de jardinería (una pala pequeña es suficiente)

Tierra fertilizada y piedras para el drenaje

Semillas o plántulas

Una regadera y, sobre todo, ¡ganas de ensuciarte las manos!

Elegí contenedores que se ajusten al tamaño y necesidades de las plantas que querés cultivar. Podés optar por maceteros de pared, colgantes, bolsas de plantación verticales o incluso reutilizar botellas de PET recicladas. Cada opción se adapta a diferentes estilos y espacios, permitiéndote personalizar tu jardín vertical.

¿Qué plantar?

De especias a verduras, todo vale. Acá va la regla de oro: plantá lo que realmente vas a usar en las comidas. Hierbas como perejil, albahaca, cilantro y romero son un golazo en la cocina.

También podés probar con zanahorias mini o hasta tomates cherry si te animás. Eso sí, cuidado con las combinaciones: la albahaca necesita su espacio, mientras que el romero, tomillo y salvia son amigos inseparables.

Las hierbas aromáticas, las verduras de hoja verde, las fresas y las flores comestibles son excelentes opciones para la mayoría de los jardines verticales, gracias a su tamaño compacto y facilidad de cuidado.

También podés optar por plantas trepadoras como frijoles, tomateras, maracuyá o chayote, que funcionan muy bien en jardines verticales con espalderas, añadiendo un toque de altura y abundancia a tu espacio verde.

Podá las hierbas con frecuencia para que las plantas crezcan mejor.

Los cactus y las suculentas son opciones ideales para quienes buscan plantas resistentes y de bajo mantenimiento. Son una excelente alternativa para iniciarte en el mundo de la jardinería sin exigir demasiado tiempo ni esfuerzo.

Otro aspecto clave es la fertilización. Dedicá tiempo a entender las necesidades nutricionales de tus plantas y, cuando notes que el suelo carece de nutrientes, no dudes en agregar fertilizante para mantenerlas saludables y en pleno crecimiento.

Fuente: Meteored