La organización ecologista detectó un nuevo desmonte de la familia Canido, que produce la gaseosa Manaos, a unos 10 kilómetros de Quimilí, Santiago del Estero. Las topadoras arrasaron más de 200 hectáreas de bosques nativos.
Desde hace una década, la familia Canido, dueños de la marca de gaseosas Manaos, viene deforestando en varias fincas en la provincia de Santiago del Estero, para desarrollo agropecuario, manteniendo conflictos con familias campesinas e indígenas.
En julio Greenpeace bloqueó topadoras en un desmonte de más de 10.000 hectáreas realizado por la empresa cerca de Nueva Esperanza, y en 2016 la organización los denunció por otro desmonte en otra finca.
Esta semana, gracias a la información obtenida a través de imágenes satelitales, nuevamente se logró detectar el desmonte al servicio de la familia Canido: están arrasando los bosques de una finca ubicada a 10 kilómetros de Quimilí, Santiago del Estero.
Activistas de la organización ecologista se movilizaron hasta el lugar y desplegaron un cartel con la leyenda: “Exceso de desmontes”, junto al área recientemente deforestada.
“Es inaceptable la impunidad con la que se manejan los dueños de las gaseosas Manaos, y la complicidad del gobierno de Santiago del Estero, que les autorizan desmontes por toda la provincia, violando la Ley Nacional de Bosques”, afirmó Noemí Cruz, Coordinadora de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, y agregó: “Ante la grave crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos, es clave proteger nuestros últimos bosques nativos. Convocamos a la ciudadanía a ayudarnos a parar este ecocidio”.
Los bosques concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta. Nos brindan bienes y servicios indispensables para nuestra supervivencia, como alimentos, maderas y medicinas. Son el territorio y el sustento de comunidades indígenas y campesinas. Y cumplen un rol fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, y la conservación de los suelos.
Santiago del Estero encabeza la lista de provincias con más desmontes del país de las últimas décadas. Según datos oficiales, desde 1998 en la provincia se deforestaron más de 2 millones de hectáreas de bosques nativos.
Tras las acciones realizadas por la organización ecologista, la semana pasada, Manaos bloqueó la posibilidad de realizar comentarios en sus posteos al recibir reclamos de la gente. En la página www.excesodedesmontes.org se puede firmar el pedido a la empresa para que frene la deforestación.
“Es urgente que estas acciones tengan condena y a la vez reforzar la conciencia en la sociedad sobre este crimen. Cada porción de bosque que se destruye es un daño irreversible en el Gran Chaco, donde subsisten menos de 20 yaguaretés y quedan muy pocas zonas en buen estado de conservación. Defender y mantener estos bosques, es darle una oportunidad a la especie, a todo lo que hay debajo de este emblema y a la vez a nuestro propio bienestar”, concluyó Noemí Cruz.