A la dolorosa página de olvidos, dolores y carencias en las comunidades Wichís del norte provincial, se le suma el mal trato y el destrato a los más pequeños.
En este caso, a los niños y niñas del pueblo Wichí en Salta de la Escuela 4602 “Pedro Alfonso Tejerina” de Paraje La Esperanza, Rivadavia Banda Norte.
Así lo relató Magdalena Jaimes del Paraje El Porvenir, mamá de un niño que va a esa escuela, y explicó la situación que viven quienes asisten a este establecimiento, buscando adquirir conocimientos y contención. “Los chicos tratan, pero no pueden hacerlo porque la directora del establecimiento les pone mil palos en la rueda. Ella está hace dos años en su cargo con total irresponsabilidad ya que falta permanentemente, no deja la llave del establecimiento para que puedan entrar los maestros, y lo peor es que, siendo una escuela con albergue, los chicos están pasando hambre”, dijo angustiada la mujer.
En la escuela falta el agua, y los vecinos cuentan que una vez la directora se fue, cerró con llave la escuela, y pasaron varios días hasta su regreso, y los alimentos, entre ellos pollos y carnes, se pudrieron en el freezer que dejó de funcionar. “El olor nauseabundo era insoportable”, dijeron, y cuando se le recriminó a la directora por su proceder, ésta amenazó a los chicos, y como hace habitualmente, los trató de “ignorantes”.
Indignados ante esta situación insostenible, los padres acudieron a un supervisor escolar, que tampoco les brindó soluciones, por lo que decidieron recurrir a los medios para visibilizar la situación: “El supervisor fue sólo unos minutitos en la madrugada a hablar con la directora y nunca se reunió con nosotros”.
“Mandamos fotos y videos de todo, y pedimos por favor, en nombre de la comunidad educativa, que esto se conozca porque estamos ahora en un puestito de salud donde apenas tenemos wi-fi para compartirles esto”, sostuvo Magdalena y concluyó: “Hay chicos Wichís que cuentan solamente con ese plato de comida, por eso es que necesitamos que nos escuchen”.
Fuente: Nuevo Diario de Salta