Desde la ONU advierten que el 77,6% del suelo del planeta presentó mayor sequedad en el período entre 1990 y 2020 si se lo compara con el de 1960 y 1990. En Argentina hay dos puntos calientes. Uno de ellos es nuestra región.
El informe “La amenaza mundial de las tierras áridas: tendencias globales y mundiales de la aridez y proyecciones futuras” elaborado por la UNCCD da cuenta de la “crisis de la aridez”. Así se denomina a la sequedad cada vez mayor de los suelos y que podría tener impacto directo en la vida cotidiana de 5.000 millones de personas hacia 2100. “Ese escenario futuro alarma a los científicos que trabajaron en el informe”, destacó el sitio Infobae que tuvo acceso al documento.
La alarma es simple de verbalizar y ya rige para el presente: que la tierra esté secándose es un problema cada vez más grave y los pronósticos son aún peores si no se introducen mejoras concretas y rápidas. “Sin contar la superficie de la Antártida, ahora mismo el 40,6% de la tierra del planeta ya cumple con los parámetros para ser considerada ‘tierra seca’. En treinta años, los suelos con esos parámetros de sequedad crecieron 4,3 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a un terreno un tercio más grande que la India”.
“En los últimos treinta años, alrededor del 8% del suelo empeoró en cuanto a sus niveles de aridez: algunas zonas húmedas se convirtieron en tierras secas, otras secas se convirtieron en áridas, y algunas áridas se acercan raudamente a la desertificación. Las consecuencias en cuanto a la agricultura, los ecosistemas y los habitantes de esas tierras son graves”, agrega el informe.
El estudio asegura que Europa es una de las zonas del planeta más afectadas, que la costa oeste de EEUU también sufre el impacto al igual que el este de Asia, África central y Brasil. En esta última especialmente las regiones más afectadas por los incendios forestales. “Hay dos regiones de la Argentina que, aunque no están ahora mismo entre las más secas del planeta, sí aparecen como ‘puntos calientes’ en cuanto a lo rápido que se están produciendo los cambios en su suelo”, indica el informe de la UNCCD.
“Por un lado, el noroeste argentino está entre las zonas del mundo en las que crece de forma vertiginosa el paso de tierras no secas a tierras secas. Esa característica es compartida con el noreste de Brasil, la península de Yucatán, el oeste de Estados Unidos y la región que rodea al Mar Mediterráneo en su totalidad. También por grandes extensiones de tierra en el noreste de China, en Mongolia y en el sudeste australiano. Lo que llama la atención de los investigadores es el cambio significativo que se produjo en apenas treinta años en buena parte de esas superficies, en donde el crecimiento de las llamadas ‘tierras secas’ fue rápido”, precisa.
“No es la única zona de nuestro país que aparece como un ‘punto caliente’ en los mapas elaborados por la UNCCD en su informe. El sureste argentino también llamó la atención de los investigadores. Es que, según las proyecciones, se espera que de acá al 2100 haya allí un crecimiento significativo en las tierras secas en detrimento de las tierras húmedas”, pronostica.
El informe insta a poner en marcha prácticas públicas y privadas que puedan revertir la desecación de la tierra: menores emisiones de gases de efecto invernadero, mayor cuidado del uso del agua, mayor control sobre los usos productivos del suelo y prevención de incendios forestales son apenas algunas de las medidas posibles para preservar el suelo. Ese suelo que damos por sentado, en el que crece el alimento y la vegetación, y en el que se aloja el agua.
Fuente: Cuarto – Infobae
[…] participación de los pueblos originarios en los procesos de consulta. También se refirieron al cuidado del medio ambiente y dieron sus posturas en torno al impacto del OTBN en las comunidades. Mena puso de relieve las dificultades que se les presentan a los pueblos indígenas para acceder a […]